El martes 16 de abril del 2013, un terremoto de magnitud 7.7 grados richter sacudió el este de Khash, Irán. Este evento sísmico ocurrió como resultado de fricción de fallas normales a una profundidad intermedia en la litosfera placa Arábiga, unos 80 km debajo de la superficie de la Tierra.
La tectónica de la región está dominada por colisiones de las placas arabiga y la India con la placa Euroasiatica; en la zona de este evento, la placa Arábiga está convergiendo hacia el norte-noreste a una velocidad de aproximadamente 37 mm/año con respecto a la placa euroasiática.
La frecuencia de los sismos moderados y grandes dentro de la placa Arábiga no es elevado en comparación con eventos similares en algunos otras placas tectonicas de todo el mundo, pero varios terremotos han ocurrido dentro de esta región del evento de hoy en los últimos 40 años, incluyendo uno de magnitud 6,7 a 50 km al sur en 1983. En enero de 2011, un terremoto de magnitud 7.2 se produjo a unos 200 kilómetros al este.
Si bien el terremoto ocurrió en suelo iraní, no provocó víctimas allí porque el lugar está muy poco habitado. Por el contrario, en Pakistán causó la muerte de al menos 46 personas y otras 150 resultaron heridas tras derrumbarse un centenar de viviendas en la aldea de Zawat, provincia de Baluchistán, al suroeste del país.
El sismo tuvo tal fuerza que repercutió en las grandes ciudades de Pakistán, como Islamabad, la capital, y sobre todo en Karachi, donde muchas personas huyeron aterrorizadas de los edificios cuando comenzaron los cimbronazos.
En Nueva Delhi, en la India, muchos habitantes salieron de los edificios por precaución.
Este fue el segundo gran terremoto del mes en Irán. El pasado 9 de abril hubo otro de magnitud 6,1 en una zona rural del sur, al lado del Golfo Pérsico, y provocó casi 40 muertos y más de 800 heridos.