Un sismo de mediana intensidad se percibió el mediodía del 23 de agosto en la costa este de los Estados Unidos, el cual obligó la evacuación de la población. El evento sísmico, que fue de 5,8 grados en la escala de Richter, se registró a las 17:51 UTC en el área de Washington, 29 km (18 millas) noreste (45°) de Columbia y a una profundidad de 6 km (3,7 millas)según información del Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS).
Desde 1774, los habitantes de Virginia se han sentido temblores pequeños y sufrido daños de alguno más grande de poca ocurrencia. Estos pequeños terremotos, que causan poco o ningún daño, se sienten cada uno o dos años. Al este de las Montañas Rocosas, un terremoto se puede sentir en un área hasta diez veces más grande que un terremoto de magnitud similar en la costa oeste.
Los terremotos se producen, en todo el mundo, en las fallas (o fracturas) en el lecho rocoso. La mayoría de este lecho rocoso en el centro de Virginia se montó cuando los continentes chocaron para formar un supercontinente hace 500-300 millones de años, causando el crecimiento de los Montes Apalaches.
En los límites de placas bien estudiados, como el sistema de falla de San Andrés en California, a menudo los científicos pueden determinar el nombre de la falla específica que es responsable de un terremoto. Por el contrario, al este de las Montañas Rocosas esto raramente es el caso. La zona sísmica central de Virginia está lejos de los límites de la placa más cercano. La zona sísmica posee fallas conocidas, pero numerosas fallas pequeñas o enterradas a gran profundidad aun no son detectadas. Es difícil determinar si una falla que se conoce todavía está activa pudiendo provocar un terremoto.